4 de octubre: Día Mundial de los Animales
Desde 1929 se celebra el «Día Mundial de los Animales» con el objetivo de recordar la importancia de la protección de la fauna, en conmemoración a San Francisco de Asís. En Argentina se celebra el 29 de abril.
Cada 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales por decisión de la Organización Mundial de Protección Animal de 1929. Fue una iniciativa que se presentó en un congreso en Viena en ese año, con el objetivo de generar conciencia y buscar soluciones al problema de las especies en extinción.
Este día tiene como objetivo solucionar y concientizar, principalmente, sobre las especies en peligro de extinción.
La elección del 4 de octubre para esta festividad fue en conmemoración de San Francisco de Asís, cuyo mensaje fue que debemos comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra, ya que el bienestar de todos está integrado al bienestar de todos los animales y del medio ambiente.
San Francisco de Asís: Se trató de un santo que nació en 1182 en Italia, y se lo consideró un adelantado por comprender que el bienestar de las personas está integrado con el medio ambiente y los animales.
También conocido como el Padre Francisco fue el fundador de la Orden Franciscana. Decidió despojarse de todas sus riquezas materiales y dedicó su vida a servir a sus semejantes y a todos los animales, a quienes consideraba hermanos e hijos de Dios.
En 1980 el papa Juan Pablo II declaró al Padre Francisco patrono de los animales y de los ecologistas. Fue en ese momento cuando el Día Mundial de los Animales tomó mayor notoriedad a nivel internacional.
En Argentina el yaguareté, la taruca, la ballena franca austral y el huemul son considerados Monumento Natural Nacional, y la fecha elegida para celebrar es el 29 de abril, día que se conmemora la muerte de Ignacio Lucas Albarracín, quien fue un referente de los derechos de los animales y murió el 29 de abril de 1926.
Los animales en peligro de extinción en Argentina: En nuestro país, la ley protege a los animales del maltrato y la crueldad de las personas. A su vez, la fauna silvestre, que tanto temporal como permanentemente habita el territorio argentino, está declarada de interés público, así como la protección, conservación, propagación, repoblación y aprovechamiento racional.
Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, al menos cuatro especies en amenaza recibieron por ley del Congreso de la Nación la categoría de Monumento Natural Nacional, que representa «las máximas categorías de protección».
El yaguareté es el predador terrestre más grande de América y fue declarado Monumento Natural en el año 2001. De acuerdo a la información oficial, antiguamente también habitaba el sudoeste de Estados Unidos hasta las orillas de Río Negro en Argentina.
La taruca, que habita las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y La Rioja, fue designada Monumento Natural en 1996.
La ballena franca austral fue nombrada Monumento Natural en 1984 y actualmente su especie se encuentra en recuperación, tienen cría cada tres años.
En cuanto al huemul, su población se ha reducido de manera significativa y habitan en los Parques Nacionales Nahuel Huapi, Lago Puelo, Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares. Este ciervo fue declarado Monumento Natural Nacional en 1996. (VW)