Una familia para no ser pobre en abril necesitó más de $95.000
El Indec también realiza un muestreo para medir cuál sería el umbral de ingresos necesario para familias de otro tipo.
Una familia de cuatro miembros para no ser pobre necesitó $95.260 para acceder a una canasta básica total, en tanto que la canasta básica alimentaria implico el desembolso de $42.527, consignó el Instituto NAcional de Estadísticas y Censo (INDEC) en el informe técnico Nº 90, que se difundió este martes.
En ese sentido, durante abril de 2022, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) con respecto a marzo de 2022 fue de 6,7%, mientras que la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 6,2%. Las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron del 59,4% y 51,3%, respectivamente.
El costo de la canasta básica se disparó al 6,7% en abril
Al desagregar los valores, para el caso de una sola persona, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), en abril debió desembolsar $13.763, mientras que si se consdiderá la Canasta Básica Total (CBT), para una sola persona $30.829.
La canasta básica alimentaria (CBA) se determinó tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Se seleccionaron los alimentos y las cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo).
Los dos indicadores son decisivos para medir el impacto de la crisis económica en los indicadores sociales. Eso sucede porque la canasta básica –que además de alimentos incluye otros ítems del gasto como indumentaria, salud, transporte o educación– determina la denominada “línea de pobreza”. Es decir, los hogares con ingresos menores a la CBT son los que pasan a ser considerados pobres.
De la misma manera, la canasta alimentaria –que tiene un alcance limitado a bienes de primera necesidad– es la que configura la “línea de la indigencia”: aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesarios para adquirir la CBA son indigentes.
Otras mediciones
El Indec también realiza un muestreo para medir cuál sería el umbral de ingresos necesario para familias de otro tipo. Así, por ejemplo, un hogar compuesto por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años requerió $75.838 para no caer en la pobreza, y otro compuesto por un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año, necesitó $100.193 como ingreso mensual.
De la misma forma, para no ser considerado indigente ese primer hogar de tres integrantes precisó $33.856 para tener sus necesidades alimentarias cubiertas. En aquella familia del muestreo con cinco miembros, $44.729 fueron el mínimo mínimo para no caer en la indigencia.
La última medición oficial marcó que el 37,2% de la población -unas 17,4 millones de personas- es considerada pobre en la Argentina y el 8,2% vive en condiciones de indigencia. De acuerdo a los datos del segundo semestre de 2021, de esta manera, los indicadores sociales principales mostraron una mejora respecto al 42% de pobreza que marcó el 2020 y el 40,6% de la primera mitad del año pasado.
Tanto la pobreza como la indigencia tuvieron un recorte, explicado por la recuperación económica superior al 10% en 2021 que fue acompañada por un rebote en los números de empleo. De todas formas, ese alivio fue muy parcial, en especial para las familias que viven de ingresos de empleos no registrados. Como referencia, los trabajadores informales perdieron por unos 12 puntos porcentuales contra la inflación(VW).