Día Internacional de los Bosques 2022: Tomar conciencia
“Bosques: consumo y producción sostenibles”, fue el tema central de esta conmemoración. Este lema supone un llamado a elegir madera sostenible para las personas y el planeta.
El Día Internacional de los Bosques acontece cada 21 de marzo desde 2012, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas lo proclamó así. Los bosques son fundamentales para combatir el cambio climático, ejercen un papel fundamental en la erradicación de la pobreza y el logro de metas de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La elección de la fecha por parte de Naciones Unidas coincide con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte y el de otoño en el hemisferio sur, (aunque este 2022 el equinoccio de otoño se produjo el día 20).
Su instauración tuvo como objetivo destacar la importancia de los bosques en el ecosistema del planeta y concientizar al mundo de la necesidad de preservarlos y protegerlos.
Los organizadores oficiales son el Foro de las Naciones Unidas para los Bosques, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como la Asociación de Colaboración en materia de Bosques, entre otras entidades y agrupaciones.
Pese a los increíbles beneficios ecológicos, económicos y sociales que brindan los bosques, la deforestación continúa a un ritmo sin precedentes.
A escala planetaria, los bosques cubren casi cuatro mil millones de hectáreas, lo que corresponde al 30% de la superficie del globo y constituyen el segundo mayor sumidero de carbono tras los océanos, puesto que en su proceso de fotosíntesis absorben grandes cantidades de CO2 y emiten oxígeno.
Los bosques juegan un rol fundamental a la hora de luchar contra el calentamiento global gracias a su capacidad de retener el carbono, que luego permanece almacenado en las ramas, la madera y las demás partes de los árboles.
El bosque también mejora la calidad del aire y del agua del entorno, al filtrar el polvo y la contaminación microbiana y previene la erosión del suelo. La copa de los árboles capta parte del agua que procede de las precipitaciones, mientras gran parte se evapora y el resto alimenta al árbol y a las aguas subterráneas que a la vez alimentan diferentes manantiales naturales.
Cada bosque participa activamente en la regulación del clima a escala global, a través de la distribución geográfica del agua y el filtrado y captación de las precipitaciones. También interviene en los intercambios de agua con los sustratos y del vapor de agua con la atmósfera. El sistema radicular permite una gran circulación del agua que llega al suelo.
Las interacciones entre las distintas especies y el entorno forestal son esenciales para la preservación de la biodiversidad. El bosque no sólo está formado por árboles, sino que también constituye el hábitat de otras especies de plantas y animales, que viven en interdependencia con los árboles.
No olvidemos que la madera ayuda a día de hoy a proveer alimentos y agua libres de bacterias en muchas cocinas, construir infinidad de muebles y utensilios, reemplazar materiales tan dañinos como el plástico, tejer nuevas fibras para nuestra ropa y, a través de la tecnología, formar parte del ámbito de la medicina o la carrera espacial.
De ahí que resulte vital consumir y producir maderas de una manera más amigable con el medio ambiente por el planeta y sus habitantes. Especialmente teniendo en cuenta que se trata de un recurso fácilmente renovable si se realiza una gestión sostenible de los bosques.
En resumen, es fundamental entender su importancia, puesto que los bosques proporcionan numerosos productos y servicios ecosistémicos: madera, setas, calidad del agua, plantas medicinales, recreación, conservación de la biodiversidad, etc. sin olvidar el insustituible papel que cumplen en la regulación del carbono y del clima. (VW)