Se agrava la crisis de la industria del calzado deportivo
Ya se contabilizan más de 500 despidos y se registran cierres de diferentes plantas industriales. La eliminación del control aduanero y la apertura de importaciones impactaron en la producción nacional.
La industria del calzado deportivo en Argentina atraviesa una severa crisis desde hace meses, con despidos masivos y cierre de fábricas.
En los últimos 70 días, 546 trabajadores perdieron sus empleos en empresas como Dass, Bicontinentar, Puma y Topper.
Según fuentes empresarias y gremiales, la eliminación del control aduanero del etiquetado de calzado en julio de 2024 facilitó el ingreso del exterior y redujo la demanda de productos locales. Así, las importaciones de calzado crecieron un 50%, mientras que la producción local cayó un 15%
Despidos y cierres
Uno de los casos más emblemáticos es el de Topper, que despidió a 23 trabajadores de su planta en Aguilares, Tucumán, sumando 120 despidos entre marzo y abril de 2024.
A pesar de contar con 1.700 puntos de venta y emplear a más de 950 personas, la empresa ajustó su personal ante la caída en ventas.
Puma, por su parte, despidió a 23 operarios en su planta de La Rioja. Para evitar más despidos, la compañía acordó con la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) reducir la jornada laboral en una hora diaria, manteniendo 867 empleos.
Bicontinentar, que reabrió la ex planta de Paquetá en Chivilcoy en 2021, despidió a 130 operarios en noviembre de 2024. La empresa, que llegó a emplear a 500 trabajadores y producía para Le Coq Sportif y Under Armour, ahora mantiene solo 40 empleados fabricando su propia marca, Argie.
Finalmente, Dass cerró su planta en Coronel Suárez, con lo que dejó sin trabajo a 360 empleados. La compañía, que fabrica para Nike y Adidas, solo mantiene operativa su fábrica en El Dorado, Misiones. La planta cerrada perteneció a GATIC, empresa que en su momento llegó a emplear a 5.000 personas.
Las causas
La eliminación del control aduanero y la apertura de importaciones impactaron en la producción nacional. Horacio Moschetto, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), indicó que las importaciones de calzado crecieron un 50%, mientras que la producción local cayó un 15% y las ventas bajaron un 20%.
El exceso de stock y la falta de ventas llevaron a las empresas a reducir personal, eliminar turnos y cerrar plantas. Aunque algunas compañías esperan un repunte en las ventas, optaron entre tanto por ajustes drásticos para sostenerse en el mercado.
La crisis del sector afecta a trabajadores y economías regionales. Jorge Fugaracho, delegado regional de UTICRA, expresó su preocupación: “Estamos con temor. Sabíamos que el plan económico iba a afectar a la industria. La crisis de hoy es preocupante”.
En La Rioja, los despidos en Puma generan incertidumbre. La empresa es una de las principales fuentes de empleo en la región y, aunque se logró un acuerdo para reducir la jornada laboral, el futuro sigue siendo incierto.(VW)