Superávit ficticio: Los más afectados por el ajuste fueron los jubilados, obra pública y provincias, según un informe
El ajuste fiscal priorizó la sostenibilidad por sobre la inversión social, afectó a jubilados, provincias y sectores vulnerables, según el CEPA. Los números del superávit no contemplan intereses, que si se suman, darían resultados deficitarios.
El Gobierno festejó por estos tiempos el logro de mantener superávits fiscales a lo largo de todo el año 2024, pero a costa de un ajuste severo en el gasto público que impactó de manera directa en la sociedad.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Sector Público Nacional (SPN) registró en noviembre un superávit fiscal de $1.381.545 millones, el cual se redujo a $357.162 millones tras el pago de intereses de deuda por $1.024.383 millones. No obstante, este resultado no incluye ciertos intereses, y de haberse contabilizado el resultado financiero habría sido deficitario en más de 2 billones.
“El superávit fiscal alcanzado en 2024 responde principalmente a un ajuste significativo del gasto, que registró una caída acumulada del 29% en términos reales”, indicó el CEPA.
En noviembre, los gastos totales del SPN ascendieron a 8,2 billones, un crecimiento nominal de 100,9%, que se tradujo en una disminución real de 24,5%. Este ajuste impactó especialmente en las jubilaciones, la obra pública y las prestaciones sociales. “De cada cuatro pesos recortados, uno proviene de las jubilaciones, otro del freno a la obra pública, y los dos restantes corresponden a las demás partidas”, precisó el informe.
Los ingresos del SPN también cayeron en términos reales, con una disminución del 7,0%. Según el CEPA, “la recaudación de impuestos muestra comportamientos heterogéneos, con caídas significativas en Bienes Personales (-40%) y el IVA (-4%), mientras que los Derechos de Exportación crecen un 117%”. Este último aumento responde a una mayor liquidación de cosecha y a la acumulación de stock de materias primas durante la primera mitad del año.
El informe enfatiza que el superávit fiscal del gobierno en 2024 se sustentó en un ajuste profundo que afectó especialmente a jubilados, trabajadores informales y provincias. Pese a las señales iniciales de recuperación económica, el impacto de los recortes despierta interrogantes sobre la capacidad del país para retomar un camino de crecimiento inclusivo.
Los programas sociales y las transferencias a las provincias fueron algunos de los sectores más afectados por los recortes. “El gasto en programas sociales cayó 55% en noviembre, acumulando una reducción anual del 33% en términos reales”, detalló el informe.
Además, las transferencias no automáticas a las provincias disminuyeron un 68%, afectando el financiamiento de programas educativos y comedores escolares. “La discontinuidad del Fondo de Fortalecimiento Fiscal y el Fondo Nacional de Incentivo Docente impactó directamente en los salarios docentes y otros servicios esenciales”, agregó el CEPA.
Un año de gobierno
El CEPA también remarcó que el ajuste fiscal aplicado fue particularmente severo durante los primeros meses del año, con una caída del 39% en promedio en enero y febrero, que se moderó al 25% hacia noviembre. Sin embargo, la redistribución de recursos continúa siendo regresiva, dado que la sostenibilidad fiscal se priorizó por encima de la inversión social.
Entre los casos emblemáticos analizados se encuentra la disminución del Impuesto PAIS, que registró su cuarta caída real anual (-26%) debido a la reducción en su alícuota. Para compensar esta merma, el gobierno implementó un recorte en medicamentos destinados a los jubilados afiliados al PAMI, lo que generó preocupación por sus efectos en los sectores más vulnerables.
Además, se señala que los esfuerzos por contener el gasto público en áreas clave limitaron la capacidad de reacción frente a la persistente desigualdad social, poniendo en jaque los objetivos de desarrollo a largo plazo. (VW)