Transporte: Eliminan los subsidios en las provincias
La medida fue anunciada en pleno enfrentamiento con las provincias por la caída de la Ley Ómnibus. La disconformidad fue generalizada en Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe, entre otras.
El Ministerio de Economía anunció ayer jueves la eliminación del Fondo Compensador del Transporte para el interior, que subsidiaba a las empresas de transporte público de pasajeros en las provincias.
La medida se conoció horas después de la derrota del Gobierno en el Congreso con la ley ómnibus, y generó fuertes críticas desde las provincias, que la interpretan como una represalia.
El Fondo Compensador del Interior aportaba recursos a las empresas para mantener tarifas bajas en el interior del país. Sin embargo, el Gobierno argumentó que el sistema era ineficiente y que generaba distorsiones en el mercado.
En lugar de subsidios a las empresas, el Gobierno ahora apuesta por la tarjeta SUBE y la tarifa social. Los usuarios que acrediten su condición socioeconómica podrán acceder a un descuento del 55% en el precio del boleto.
La eliminación de los subsidios equivale a la desregulación del sector del transporte automotor de pasajeros, por lo que podría implicar que las empresas puedan fijar libremente el precio del boleto, hecho que podría generar un aumento significativo de las tarifas.
Así, los liberales sostienen que la eliminación de los subsidios era necesaria para corregir las distorsiones del mercado.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, señaló durante su conferencia de prensa diaria que «el objetivo es la equidad a lo largo y a lo ancho del país y dejar de beneficiar a algunos en detrimento de otros, sin demasiadas razones para hacerlo».
Adorni dijo que la decisión «por supuesto va a repercutir en las tarifas» y reiteró que el Gobierno busca avanzar en un esquema «justo» que «permita que todos puedan usar el transporte público».
Por su parte, las provincias reaccionaron con enojo ante la medida del Gobierno. Consideraron que es un castigo por la derrota en el Congreso y que afectará a los sectores más vulnerables de la población, además de cuestionar que la decisión se tomó sin previo aviso a las autoridades locales.
Pasadas algunas horas de conocida la medida, los gobernadores de distintos partidos políticos comenzaron a manifestar su disconformidad.
Muchos de ellos ven en el momento de la comunicación un dato clave. Fue justo después de que la ley fracasara y el Presidente acusara los mandatarios de “traidores” y a los legisladores que les responden de “delincuentes”. Un pase de factura que aumenta la tensión en el vínculo político entre los mandatarios y la Casa Rosada.
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, destacó que a la provincia que gestiona “siempre la han discriminado”: “Como siempre, la provincia de Santa Fe sola le puso el pecho a los problemas. Nunca creímos que se iban a cortar los subsidios”.
El mandatario de Mendoza, Alfredo Cornejo, dijo que “La eliminación de subsidios de transporte para el interior del país, sosteniendo los del AMBA, incumple el Pacto Fiscal de 2017. Se mantienen fuertes asimetrías entre el conurbano bonaerense y el resto del país. Bienvenido el orden fiscal, pero debe ser equitativo”, escribió en sus redes sociales.
Mientras en San Juan y Buenos Aires, provincias gobernadas por Marcelo Orrego y Axel Kicillof, coincidieron en que “el mayor impacto de la medida lo tendrá la gente”. En el gobierno sanjuanino sostienen que la decisión “impacta en el sector de la sociedad más necesitado”, mientras que en La Plata sostienen que la quita “será un golpe a la gente y no al Gobierno”.
En Río Negro, Alberto Weretilnek, dijo: “Nos va a generar un daño muy grande. Nos liquida”. Desde el entorno del gobernador salteño Gustavo Sáenz, ocurrió lo mismo, donde a la vez advierten que el boleto de colectivo podría llegar a salir $800. Ambas provincias están en pie de guerra contra la Casa Rosada porque el Gobierno les dejó de transferir los fondos del Incentivo Docente. (VW)