Milei anunció el cierre de la Secretaría de Comercio y buscará la liberación de precios
“No va a existir en el sentido que le dieron históricamente los gobiernos. Todos los precios que pueda de la economía, los voy a liberar”, dijo el presidente electo que, por ende, dará de baja Precios Justos.
El presidente electo Javier Milei confirmó la eliminación de la Secretaria de Comercio Interior, y a partir de eso, dará fin al programa Precios Justos, para ir a una política de liberación de los precios de la economía. Alimentos ya reaccionan con incrementos fuertes en las góndolas.
Milei consideró que no existirá más la Secretaria que hoy comanda Matías Tombolini “en el sentido en que le dieron históricamente los gobiernos”, porque, según expresó “no tienen por qué estar haciendo eso de regular precios”, una práctica que consideró “una aberración” lisa y llana.
El libertario en reiteradas ocasiones se manifestó en contra de las regulaciones de precios, y sostuvo que buscará su liberación lo más rápido posible. De esta manera se avecina el final de Precios Justos y una consecuente aceleración inflacionaria de la mano de múltiples precios de la economía que están reprimidos.
“No va a existir en el sentido que le dieron históricamente los gobiernos. Todos los precios que pueda de la economía, los voy a liberar. Hay algunos que todavía no puedo hacerlo por las características de las bombas que dejó plantadas el Gobierno”, sostuvo en declaraciones radiales.
Desde la Secretaría de Comercio confirmaron que hasta el momento aún no se habían presentado ni contactado con la secretaría de Matías Tombolini.
De esta forma el Gobierno entrante se correría del control de precios que hoy encorseta rubros de la economía: desde almacén y bebidas, naftas, medicamentos, indumentaria, carnes, y otros rubros que en la actualidad iban renovando acuerdos de precios.
Resta conocerse más detalles, como sobre qué sector se haría cargo de otras cuestiones operativas que lleva la secretaría, como el control de las SIRAS y el comercio exterior, los fideicomisos de harina de trigo y aceites, el control de abastecimiento, y otras responsabilidades que hoy lleva a cabo la Secretaría y que se estima que quedarían en manos de Infraestructura.
En ese sentido, uno de los rubros más sensibles, el de los alimentos, ya experimentó subas, que en principio los supermercadistas se negaron a trasladar a las góndolas. Sin embargo, algunos ya comenzaron a hacerlo.
Así lo indica un relevamiento realizado por el periodista Leandro Renou, (Diarios Bonaerenses), que detectó algunos alimentos que incrementaron su precio en los últimos días:
Azúcar: el paquete pasó de 900 pesos a 1100 en el precio mayorista. En tanto que al público se vende a 1400 pesos.
Fideos: los más baratos pasaron de costar, para el público, de 290 pesos a 500 el paquete. En el caso de la marca Don Vicente, una de las más caras, el costo mayorista (al que lo compra el comercio minorista) saltó de 570 a 1200 pesos. El paquete de esa marca se vende al público a 1800 pesos.
Lata de Durazno (mismo precio para cualquier otra fruta enlatada), el costo mayorista pasó de 760 pesos a 1300. Con el margen de remarcación del comercio minorista, el consumidor lo paga a 1700 pesos.
Arroz: en general, por el alza de precios el producto viene en falta. De todos modos, el paquete de grano largo fino pasó de 450 a 1000 pesos de costo. El comercio minorista lo vende a 1250 pesos.
Galletitas: en todas las gamas y marcas hubo 30 por ciento de aumento la semana post balotaje. Los comercios aseguran que la variante más barata no se consigue por menos de 300 pesos y que hay variantes que pueden costar hasta 800 pesos.
Infusiones: el mayor productor de café y té es La Virginia, que tiene, entre otras marcas, La Morenita, con aumentos del 25 por ciento. En el caso del té, el precio al consumidor pasó de 630 pesos a más de 800. El café, más difícil de medir porque es importado, no se consigue por menos de 2000 pesos el frasco más chico.
Aceite de Girasol: la botella de 900 ml pasó de tener un costo mayorista de 550 pesos a llegar a los 800 pesos. Con el margen de remarcación, los comercios venden la variante más barata por no menos de 1300 pesos. En los barrios, inclusive, puede superar los 1500 pesos.
Gaseosas: Coca Cola, la nave emblema del sector, tuvo aumentos muy importantes. La variante del 2 litros y cuarto pasó de costar 1300 a 1600 pesos en los híper. En los barrios, puede llegar hasta 1800 pesos.
Leche: el sachet, la variante más barata, estaba a 500 pesos y hoy vale 650 pesos, siempre hablando de primeras marcas. En el caso de la leche larga vida, llega a los 800 o 900 el litro.
Limpieza: toda la gama tuvo aumentos superiores al 35 por ciento. Un detergente se fue a casi 1000 pesos. Los productos de limpieza de ropa, como el jabón, dependen de marca y calidad, pero los precios se fueron por encima de los 2000 pesos. (VW)