Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
El TDAH afecta al 4% de los niños en Argentina. Se caracteriza por la falta de atención, memoria, dificultades en la interacción social y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.
Todos los 13 de julio se conmemora el Día Internacional del TDAH, una fecha destinada a reflexionar, y sobre todo difundir acerca de la necesidad de un diagnóstico temprano del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad para un tratamiento adecuado y una mejor calidad de vida.
El TDAH es un trastorno crónico del neurodesarrollo que se caracteriza por la falta de atención, memoria, dificultades en la interacción social y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.
Estas característica no es una condición que solamente se presente en la infancia, ya que ante la falta de continuidad en los tratamientos, gran parte de la población con TDAH persiste en la adultez con los síntomas que tenían cuando eran niños y adolescentes. Sólo entre el 10 y 20% llegan a la adultez sin síntomas significativos.
Desde el Conicet, indicaron que: “La sintomatología propia de los niños, niñas y adolescentes con diagnóstico de TDAH puede tener repercusiones negativas en su desarrollo cognitivo, emocional y social, lo cual suele dificultar su aprendizaje escolar y su adaptación a los diferentes contextos”.
Los síntomas del TDAH:
Según la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, las personas con TDAH suelen presentar los siguientes signos:
- Les cuesta estar sentados.
- Corren o trepan en situaciones en las que no es adecuado.
- No pueden jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila.
- Hablan de manera excesiva.
- Responden antes de que terminen de formularle las preguntas, demostrando ansiedad.
- Les cuesta esperar su turno. Tienden a interrumpir a otros y entrometerse.
- Cometen errores por descuido.
- Pareciera que no escuchan cuando se les habla directamente.
- No cumplen las instrucciones y no logran completar actividades porque la concentración se le desvía.
- Tienen problemas para organizar tareas y actividades.
- Se niegan o le disgustan a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un período prolongado.
- Pierden cosas necesarias para las tareas y actividades.
- Tienen olvidos recurrentes.
- Puede que se muevan nerviosamente, den golpecitos con las manos o los pies, o se retuerzan en el asiento.
Por su parte, desde Conicet advierten que es necesario que estos síntomas cumplan tres criterios:
- Un criterio funcional, es decir, que genere dificultades significativas en el desarrollo del niño o niña.
- Un criterio contextual, es decir, que se presente en dos o más contextos, siendo los más frecuentes el hogar y la escuela.
- Un criterio temporal, que se produzca antes de los 12 años.
Según el Conicet, la prevalencia de esta enfermedad en Argentina es de alrededor del 4% y a nivel mundial del 4% al 7% en niños, niñas y adolescentes. (VW)